, preferiblemente liderada por Estados Unidos. Esta dependencia no solo socava la soberanía nacional, sino que
para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro. De esta forma
Próximamente será galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025 por su supuesta promoción de una "transición democrática pacífica", y aunque está actualmente en la clandestinidad y el anonimato, se presume que ha salido del país para asistir a eventos internacionales, incluyendo la ceremonia del Nobel en Oslo, lo que el fiscal general Tarek William Saab ha calificado como huida, convirtiéndola en "fugitiva" ante la justicia venezolana.
La contradicción entre su Premio Nobel y su discurso es evidente y problemática: mientras el Comité Nobel la elogia por "mantener la llama de la democracia", Machado representa el radicalismo de la oposición que promueve el odio y la polarización interna, alineándose explícitamente con EEUU y respaldando medidas inhumanas contra migrantes venezolanos, como las deportaciones a la prisión CECOT en El Salvador bajo la administración Trump, donde cientos han sufrido torturas sin proceso judicial. No ha actuado en defensa de los miles de venezolanos que perdieron el Estatus de Protección Temporal (TPS) en EEUU, priorizando en cambio sanciones que afectan a los venezolanos en ese país; esta contradicción diluye el legado pacifista del Nobel, transformándolo en un instrumento para agendas intervencionistas.
María Corina Machado ha manifestado disposición a entregar los numerosos recursos naturales de Venezuela (petróleo, gas, oro y minerales valorados en 1,7 billones de dólares) a corporaciones estadounidenses a cambio de apoyo para derrocar al gobierno de Maduro, sin considerar las consecuencias de violencia, muertes civiles y desestabilización económica, como se vio en precedentes como Irak o Libia. Además, respalda abiertamente el despliegue militar en el Caribe, incluyendo la llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford, describiéndolo como "absolutamente correcto" para presionar al gobierno venezolano, lo que desde un análisis de seguridad regional agrava tensiones y amenaza la paz hemisférica.
En síntesis, esta trayectoria invita a una reflexión crítica sobre si tales posturas radicales sirven al interés nacional o a dinámicas de poder externo y si eso se alinea verdaderamente con una líder de paz.