Nacida en Dayton, Ohio, criada en Albuquerque y establecida en Miami desde la década de 2000, Higgins representa un perfil poco habitual en la política local: mujer, no hispana y abiertamente demócrata en una ciudad con tradición conservadora en su cúpula municipal. Antes de llegar a la alcaldía, Higgins había construido una reputación sólida como comisionada del distrito 5 de Miami-Dade, cargo que ocupó desde 2018. Durante ese periodo, impulsó proyectos de vivienda asequible, programas de apoyo a pequeños negocios y mejoras en infraestructura de transporte, así como iniciativas ambientales centradas en la resiliencia urbana. Estos años de trabajo cercano con comunidades diversas consolidaron su imagen como una líder pragmática y orientada al servicio público.

Su campaña a la alcaldía giró en torno a temas que resuenan profundamente entre los habitantes de Miami, el costo de vida, la escasez de vivienda accesible, los embates del cambio climático y la inquietud generada por las políticas migratorias nacionales. Higgins se posicionó con firmeza a favor de proteger a las comunidades inmigrantes de medidas que consideraba excesivas y dañinas, lo que le permitió consolidar apoyo en barrios de mayoría latina donde la preocupación por las redadas y cambios normativos era especialmente notable. Esta defensa de los sectores vulnerables, junto con un mensaje de gestión transparente y eficaz, fortaleció su conexión con votantes que buscaban un rumbo diferente para la ciudad.

La elección de Higgins trasciende el ámbito local. En un estado como Florida, históricamente decisivo y en los últimos años inclinado hacia el Partido Republicano, su triunfo envía una señal de reacomodo político que podría anticipar cambios en la dinámica electoral de cara a las elecciones intermedias de 2026. Para Miami, su llegada al poder representa la apertura de una etapa en la que la agenda social, la vivienda y la sostenibilidad cobrarán un protagonismo renovado. Para el panorama nacional, su victoria se interpreta como un indicio de que, incluso en territorios considerados difíciles para los demócratas, existe espacio para liderazgos que conecten con las preocupaciones cotidianas de la ciudadanía.