"Podemos confirmar que hubo interferencias en el GPS, pero el avión aterrizó sin incidentes", dijo Podestà, agregando que las autoridades búlgaras sospechan que "esta flagrante interferencia fue llevada a cabo por Rusia".
También enfatizó al decir que "somos muy conscientes de que las amenazas y la intimidación son un componente habitual de las acciones hostiles de Rusia", y que "esto reforzará aún más nuestro compromiso inquebrantable de aumentar nuestras capacidades de defensa y nuestro apoyo a Ucrania".