Manuel Rosales Guerrero, gobernador del estado Zulia, excandidato presidencial (2006), presidente del partido Un Nuevo Tiempo (UNT) y miembro de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), ha emergido como una figura clave en la política venezolana, especialmente en el contexto de la elección presidencial de 2024 por su controversial candidatura por las tarjetas UNT y Fuerza Vecinal (FV). Pese a no participar en la elección primaria realizada a finales del 2023, él y su partido reconocieron y promovieron el respeto a los resultados del proceso que dio como amplia ganadora a la líder opositora María Corina Machado, quien indiscutiblemente cuenta con el respaldo del gran electorado opositor convirtiéndose en un fenómeno electoral, aunque no pueda presentarse a la elección presidencial al ser inhabilitada por la administración de Maduro.

Rosales fue el último dirigente en postularse como candidato al cierre del plazo, ya que el sistema del CNE no permitía el registro de la candidata delegada por Machado, la Dra. Corina Yoris en la tarjeta de la Mesa de la Unidad (MUD), siendo caldo de cultivo para iniciar una guerra de narrativas dentro del núcleo de la oposición entre quienes defendieron la inscripción de Rosales propuesto en las tarjetas de UNT y FV y de quienes le acusan de cuadrarse con Maduro ante la imposibilidad injusta de inscribir a Corina Yoris como candidata de la MUD, UNT y FV. Por su parte, la MUD logró inscribir al exdiplomático Edmundo González Urrutia para preservar la tarjeta.

La inscripción de Rosales como candidato, en lugar de unificar a la PUD ha provocado una intensa ola de ataques, imposibilitando el entendimiento entre Machado y Rosales; para lograr promover una candidatura unitaria que pueda inscribir como candidato en el CNE y ser un contrincante con capacidad real de ganarle a Maduro.

 
Los líderes del PSUV han remarcado en distintas oportunidades que la declinación de un candidato inscrito ante el CNE debe ser por otro inscrito, razón por la cual se reduce el abanico de posibilidades de la PUD, exacerbando la confrontación en el juego de culpas y señalamientos, en beneficio al partido de gobierno.

Es menester tener en consideración que la institucionalidad en Venezuela es controlada por el PSUV (control del Poder Público en sus 5 divisiones), razón por la cual todo acto institucional pasa, inexorablemente por el filtro del partido oficial.

 
Ante esto, es quién tiene la capacidad de promover premios y castigos y condicionar quien puede participar en la elección presidencial. Visto así, la PUD por la fuerza de hechos, no tiene otra opción que participar bajo las reglas de juego impuestas por la administración de Maduro.

Frente esta realidad que se resiste a toda narrativa y argumentación opositora, debe ajustarse la jugada de la PUD y de María Corina Machado, entendiendo que bajo el debate fundado en enfoques normativos no lograrán incidir en una realidad institucional que no controlan.

Visto así, hasta ahora, Rosales, quien también estuvo 7 años en el exilio, 9 años inhabilitado y un año preso, es un candidato que sí pudiera concretar la promesa de María Corina de ir “Hasta el final” en la ruta democrática para destronar a Maduro del Ejecutivo nacional. Ahora bien ¿Cuáles pueden ser las ventajas y desventajas de Manuel Rosales?

Ventajas:

Estos puntos destacan algunas de las razones por las cuales Manuel Rosales pudiera ser considerado un candidato adecuado para la PUD. No obstante esta percepción puede variar según las perspectivas individuales y los valores políticos de cada elector.